Blog de Geografía 2º Bachillerato

BLOG DE GEOGRAFÍA DE 2º BACHILLERATO
Prof.Luis Pérez-Cea Soto

miércoles, 15 de abril de 2015

PRACTICAS RESUELTAS SECTOR PRIMARIO







1. Analiza el siguiente cuadro sobre la evolución de la población activa agraria en España entre 1940 y 2002:






Nos encontramos ante una tabla que contiene datos relativos a la evolución de la población activa agraria con respecto al total de la población activa en el período comprendido entre 1940 y 2002.


Como podemos observar en la misma, durante la segunda mitad del siglo XX los activos agrarios ha ido disminuyendo, pasando del 51,9 % en 1940 al 6,2 % de la población activa total en 2002. En general, a lo largo del siglo XX se asiste a una lenta pero continua disminución de la población activa agraria. 


La excepción fue la etapa de la posguerra, entre 1940 y 1950; la población, obsesionada por la falta de alimentos y el escaso trabajo industrial, volvió al campo y a ocuparse en labores agrarias, lo que explica el repunte de los valores absolutos en esa década.

 El descenso se agudizó a partir de los años sesenta. La nueva política económica se tradujo en un éxodo rural masivo entre 1959 y 1975. Este éxodo a los núcleos industriales estuvo motivado por la mecanización de las tareas agrarias, por lo que se necesitaba menos mano de obra, y por las bajas rentas del campo. 

Desde entonces, el ritmo de disminución de los activos agrarios ha sido vertiginoso, hasta llegar a principios del siglo XXI a cifras por debajo del 7 % de la población activa total, aunque existen grandes diferencias entre unas Comunidades y otras.






2. Comenta el siguiente mapa sobre la distribución de la población activa ocupada en la agricultura:




Nos encontramos ante un mapa temático que nos informa de la distribución por Comunidades Autónomas de la población ocupada en la agricultura. La diferenciación de la forma de las t
ramas nos sirva para indicar el porcentaje de población activa ocupada en esta actividad.



Como podemos observar en el mapa Galicia es la Comunidad Autónoma en la que existe un mayor porcentaje de población ocupada en la agricultura. Le siguen en importancia Castilla y León y Extremadura. En un tercer nivel se encontrarían Asturias, Cantabria, Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía.



Las Comunidades Autónomas con menor peso de la población ocupada en la agricultura serían el País Vasco, Cataluña y Madrid.



La distribución sectorial de la población española es el resultado del proceso de modernización del sistema productivo desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. 


Hoy la estructura de la población activa es la típica de una economía postindustrial: predominio del sector terciario, un sector industrial estabilizado y un sector primario reducido. La importancia del terciario, especialmente el turismo, es el factor determinante del bajo índice de población activa agraria en las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana. 

También es la importancia del terciario, pero no solo turístico sino direccional, y el desarrollo de la industria lo que explica la escasa población activa agraria de Cataluña, País Vasco y Madrid, los primeros focos de industrialización. 

En el extremo opuesto destacan Galicia y Extremadura, las comunidades que tienen mayor población activa ocupada en la agricultura. En estas comunidades la agricultura ocupa un lugar importante en la economía; además las tareas agrícolas están poco mecanizadas por el tipo de cultivo, en Galicia también por la reducida dimensión de las explotaciones, y en Andalucía por el empleo de jornaleros en los latifundios dedicados al olivo, la vid, etc.






3. Analiza el siguiente mapa sobre la distribución de la propiedad agraria en España:




















Nos encontramos ante un mapa temático en el que se expresa la distribución de la propiedad agraria en España por provincias. Para ello se vale de la utilización de distintos colores que, mediante gradaciones de intensidad nos indican la importancia, que expresa en porcentajes, tienen en cada una de las provincias la gran propiedad, la mediana propiedad y la pequeña propiedad.


Como podemos observar la mayor importancia de la gran propiedad se da en las dos provincias extremeñas (Cáceres y Badajoz), las dos provincias de Castilla-La Mancha (Guadalajara y Albacete) y las cinco provincias andaluzas (Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jaén).

Por el contrario, la pequeña propiedad predomina en las tres provincias gallegas (Lugo, Ourense y Pontevedra), León, Segovia, Cantabria, Valencia y las dos provincias canarias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria).

El latifundismo tiene su origen en un proceso histórico que se remonta a la Edad Media, a las encomiendas de las Órdenes Militares (Extremadura, Castilla-La Mancha) y a los repartimientos (Andalucía occidental) de la época de la Reconquista, y que se consolidó con la desamortización en el siglo XIX. Entonces se produjo un cambio radical en las características de los propietarios: la Iglesia, las Órdenes Militares y los municipios fueron sustituidos por una oligarquía terrateniente.

 Además, un gran número de jornaleros y pequeños propietarios, que hasta entonces se habían beneficiado de los bienes comunales, fueron privados de importantes recursos para su subsistencia.

La principal consecuencia es que, aunque el tamaño medio de la propiedad ha aumentado, la estructura de la propiedad agraria española todavía se caracteriza por los valores extremos y por la escasez de propiedades de tamaño medio. La gran propiedad o latifundio reúne a más del 50 % de las tierras y solo al 0,8 % de los propietarios; predomina en Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura.

Por el contrario, la pequeña propiedad o minifundio reúne solo el 10,5 % de la tierra y al 53,2 % de los propietarios; predomina en Galicia y en algunas provincias de la submeseta norte (León, Segovia, Burgos, Ávila), así como en Cantabria, Comunidad Valenciana, Asturias y Canarias.






4. Analiza los siguientes gráficos sobre la evolución de la introducción de mejoras técnicas en la agricultura española:



















Nos encontramos ante un gráfico de barras en el que se expresa la evolución en la introducción de mejoras técnicas en la agricultura española, en concreto se refiere a la mecanización de la misma, con la introducción de tractores y motocultores en el período comprendido entre 1955 y 2006.


El documento pone de manifiesto que durante las últimas cuatro décadas la mecanización de la agricultura española ha experimentado un fuerte impulso. Destaca, sobre todo, la compra de tractores, que desde el Censo Agrario de 1989 se ha incrementado en casi un 12 %, frente al estancamiento en la compra de motocultores, lo que indica un auge de la agricultura comercial, con explotaciones más tecnificadas y de mayor tamaño.

En general, podemos observar una progresiva modernización en las técnicas de trabajo de la agricultura española, que corre paralela a la modernización que en otros ámbitos afecta a la economía española.

 Esta modernización abarca, aparte de la mecanización, otras transformaciones como la utilización de nuevas técnicas de cultivo, el uso de fertilizantes, herbicidas, la selección de semillas y el cultivo de plantas modificadas genéticamente (transgénicos), que producen más rendimientos y son más resistentes a las plagas y enfermedades. 

Entre otras consecuencias, estos cambios producirán un aumento de la producción y una mayor competitivad de los productos agrarios españoles, que han de hacer frente a un mercado cada vez más exigente y diversificado.

 Asimismo, esta proceso se ve impulsado e impulsa una industria agroalimentaria con un papel cada vez más importante en la economía española.







5. Analiza el siguiente mapa sobre la distribución de la agricultura de secano y de regadío en España:



























Nos encontramos ante un mapa temático que expresa la distribución de las zonas de agricultura de secano y las zonas de regadío en España. Para ello se sirve de distintos colores que a través de su gradación nos ilustran el tipo de agricultura predominante en cada área de nuestro país,



No obstante, las superficies transformadas en regadío han tenido una gran expansión en las últimas décadas gracias, sobre todo, a la construcción de embalses y canales. 


En la España interior se cultivan la remolacha azucarera y los cereales en la submeseta norte; los cultivos hortícolas en el valle del Ebro; y los productos de vega, el maíz y otros cultivos, como el arroz o las flores, en la submeseta sur. 

En el litoral mediterráneo (Valencia, Alicante, Murcia, Almería…) se ha desarrollado aún más la agricultura de regadío, una agricultura que utiliza técnicas modernas e intensivas (enarenados, cultivos bajo plástico, riego por goteo…), que consiguen dos, tres y hasta cuatro cosechas por campaña y que han transformado espectacularmente el paisaje (es el caso, por ejemplo, del Campo de Dalias en Almería). 

Es, por tanto, una agricultura muy rentable y orientada predominantemente hacia el mercado exterior, sobre todo hacia los países de la Unión Europea. Los principales cultivos son las hortalizas (tomates, alcachofas, cebollas, melones, judías…), presentes en todo el litoral, sobre todo en Valencia, Murcia, Almería y el delta del río Ebro. También tienen gran significación económica los cítricos (naranjos, mandarinas…) y los frutales no cítricos (melocotoneros, perales, albaricoqueros, ciruelos…), especialmente en Valencia y Murcia, en el primer caso, y Cataluña, en el segundo. 

Los arrozales constituyen un paisaje característico de la Albufera (Valencia), el delta del río Ebro y el bajo Guadalquivir, donde aprovechan las zonas pantanosas. Y gracias a las nuevas técnicas se han introducido en las zonas próximas a las costas meridionales peninsulares determinados cultivos subtropicales.






6. Analiza el siguiente paisaje agrario:


























a) Descripción de los elementos del paisaje natural:

La fotografía nos muestra un paisaje de llanura, con unas tierras labradas en primer plano, el pueblo al fondo y unos montes en el horizonte. Los árboles que se sitúan en torno al pueblo son, junto con los que se adivinan en los montes del fondo, los únicos elementos naturales que permanecen en este paisaje.


b) Descripción de los elementos agrarios:

En primer plano aparecen las tierras de labor. Las parcelas parecen grandes, regulares y sin cercados, es decir, que no están separadas por setos naturales ni artificiales (muros de piedra). El color nos informa de que se trata de tierras labradas, de cereal, que ha sido ya recogido. A cierta distancia del pueblo se ve una nave, probablemente de ganado (porcino, aves o conejos).


c) Descripción de los elementos no agrarios:

Vemos un núcleo de población concentrado: las casas aparecen contiguas unas a otras, y alrededor se sitúan las tierras labradas, que son las que predominan en el paisaje.


d) Comentario final:

Según los elementos descritos anteriormente podemos deducir que estamos ante un paisaje rural tradicional de la España interior, cuya actividad fundamental es la agricultura, una agricultura de secano, concretamente cerealística.



7. Analiza el siguiente gráfico sobre la evolución de la pesca desembarcada en España:



















Nos encontramos ante un gráfico de barras que muestra la evolución de la pesca desembarcada en España, expresada en miles de toneladas, en el período comprendido entre 1945 y 2000.

Como podemos observar, la pesca desembarcada aumentó hasta mediados de los años setenta; desde entonces descendió hasta 1990. Luego creció nuevamente, alcanzando los máximos niveles en 1995, para volver a descender a partir de entonces en una trayectoria descendente que, como explicaremos, es difícil de detener debido a los numerosos problemas que afectan a esta actividad en nuestro país.

España es, actualmente, una de las principales potencias del mundo por el tamaño de la flota y por el volumen de capturas. Sin embargo, el papel de la pesca en la economía nacional es poco importante. Tiene un mayor peso socioeconómico en las Comunidades que miran al Atlántico: Andalucía, Canarias y, sobre todo, Galicia. 

Tras la adhesión de España a la UE este subsector se enfrenta a un difícil proceso de reconversión y presenta las siguientes características: un notable retroceso del empleo; la preponderancia de las actividades en aguas nacionales, debido a los problemas para faenar en otros caladeros: Marruecos, Canadá, etc.; el predominio de las empresas familiares;y una desigual modernización o incorporación de los avances tecnológicos. En las últimas décadas ha tenido un enorme desarrollo la acuicultura o cultivo de ciertas especies de animales (trucha, salmón, cangrejo, mejillón, etc.) y plantas en criaderos marinos y terrestres.

Como podemos observar en el mapa existen un evidente contraste secano-regadío en nuestro territorio, contraste que nos remite a la dependencia de los factores naturales, de forma que en cada Comunidad Autónoma predominan unos cultivos u otros en función del volumen de las precipitaciones.

 Así, en la mayor parte del territorio español, que corresponde al dominio mediterráneo, con precipitaciones no muy abundantes e irregulares, dominan los cultivos de secano. La agricultura tradicional en nuestro país era una agricultura de secano, cuyos principales cultivos eran el trigo, la vid y el olivo; la agricultura de regadío se limitaba a las huertas situadas en los cursos bajos de los ríos